La selva amazónica es el hogar de 30 millones de personas y les proporciona alimentos, refugio y atención médica.
30 millones de votos esperando ser escuchados en sus luchas.
Nuestro entorno está formado por seres vivos (biodiversidad terrestre y marina) existentes en nuestro medio natural acompañados y nutridos por otros elementos que lo componen como el suelo, el agua y la atmósfera. Estos recursos naturales son esenciales para la vida de la especie humana y la tierra. Este medio natural está en peligro por la actividad humana que toma recursos sin preocuparse por su renovación.
El estado de la biodiversidad y el nivel de contaminación de la tierra son muy preocupantes. Y según el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos en Clima) los efectos del cambio climático no perdonan a ninguna región del mundo ni a ningún país. A partir de entonces, inundaciones, tormentas, sequías, desaparición de glaciares, subida del nivel del mar, incendios, terremotos, se extienden en nuestro horizonte.
Los expertos del IPCC confirmaron en 2018 la urgencia de luchar contra el calentamiento global y reafirmaron sin ambigüedad alguna que es necesario lograr "cambios sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad" para limitar el calentamiento a 1,5 ° C porque una vez superado este incremento , los expertos temen un cambio climático importante que podría alterar tanto el planeta como nuestra forma de vida. Las principales víctimas de la crisis ambiental son las poblaciones más pobres del Norte y del Sur, que viven en la pobreza y la pobreza extrema.
En este sentido, la protección y preservación del medio ambiente y sus recursos se han convertidas, por tanto, en un tema prioritario. Se trata ante todo de una conciencia ciudadana sobre el papel que los individuos y la sociedad en su conjunto se dan para proteger lo que nos ha dado la naturaleza misma y para implementar acciones de conservación. Esto requiere la implicación de las autoridades públicas, los ciudadanos, los empresarios pero sobre todo un cambio de mentalidad y comportamiento de todos.
Degradación forestal
Los bosques cubren casi 4 mil millones de hectáreas, o el 30% de la superficie terrestre del planeta. El papel de los bosques es importante en la mitigación del cambio climático y, en particular, en la limitación de las emisiones de gases de efecto invernadero. Absorben y almacenan carbono. Por tanto, son una fuente de gases de efecto invernadero al desempeñar el importante papel de regular el intercambio neto de gases de efecto invernadero entre la tierra y la atmósfera. Almacenan carbono en la biomasa y en el suelo y absorben CO2 de la atmósfera. Por el contrario, emiten carbono durante la combustión y descomposición de la biomasa, así como alteraciones del suelo que provocan emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero.
Hoy, la deforestación representa más del 20% de las emisiones de CO2 debido a la intervención humana a escala global (Schimel et al., 1996). En cuanto a la selva amazónica, solo almacena el mayor volumen de agua dulce del planeta y libera casi 20 mil millones de toneladas de vapor al aire por día.